La inversión inmobiliaria sigue siendo una de las opciones más estables para quienes buscan rentabilidad a medio y largo plazo. Sin embargo, no todas las viviendas generan el mismo retorno ni todos los mercados ofrecen las mismas oportunidades.
Ubicación, demanda de alquiler, estado del inmueble y perfil del inquilino son factores clave a la hora de decidir.
Además, es importante calcular no solo el precio de compra, sino también los gastos de mantenimiento, impuestos y posibles periodos sin ocupación.
Una buena estrategia de inversión inmobiliaria se basa en el análisis, la planificación y una visión realista del mercado, evitando decisiones impulsivas y apostando por activos con proyección de futuro.

