Vender una vivienda no consiste solo en poner un anuncio. La primera impresión es determinante, y una casa bien presentada puede marcar la diferencia entre una venta rápida o meses sin recibir llamadas.
Pequeñas mejoras como ordenar espacios, mejorar la iluminación, reparar desperfectos visibles o aplicar una pintura neutra pueden aumentar notablemente el atractivo del inmueble. También es clave fijar un precio acorde al mercado y contar con fotografías profesionales que destaquen los puntos fuertes de la vivienda.
Preparar correctamente tu casa antes de ponerla a la venta no solo acelera el proceso, sino que puede ayudarte a obtener un mejor precio final.

